Recientemente se
dio a conocer el informe Estado de la Población Mundial
2012, titulado: “Sí a la Opción, No al Azar:
Planificación de la Familia,
Derechos Humanos y Desarrollo”. (http://www.unf
pa.org/public/home/sitemap/
Este documento,
vedado hasta el mediodía, hora de Greenwich, del miércoles 14 de noviembre de
2012, fue realizado sobre la base de las investigaciones más recientes, y
exhorta a los países, tanto en desarrollo como desarrollados, a las organizaciones
internacionales y a las entidades de la sociedad civil, a:
1.
Acrecentar
radicalmente su apoyo financiero y su compromiso para asegurar que
la planificación de la familia basada en los derechos humanos esté a
disposición de todos quienes la deseen, cuando la deseen, y que los servicios,
los suministros y la información sean de alta calidad.
2.
Promover la
planificación de la familia en calidad de derecho, cuyo ejercicio
posibilita la consecución de toda una gama de otros derechos.
3.
Integrar la
planificación voluntaria de la familia en el desarrollo económico y social más
amplio, debido a que la planificación de la familia fortalece a ambos por
igual.
4.
Eliminar los
obstáculos de índole económica, social, logística y financiera que se oponen a la
planificación voluntaria de la familia, de manera que toda persona que opte por
utilizarla, tenga acceso a ella.
5.
Reducir la cantidad
de embarazos no deseados y de abortos, acrecentando la disponibilidad, la
fiabilidad y la calidad de los suministros y los servicios de planificación de
la familia.
6.
Poner los programas
de planificación de la familia a disposición de la gama completa de usuarios, entre ellos,
adolescentes, personas no casadas y todos los demás que los necesiten.
7.
Incluir la
anticoncepción de emergencia en la gama de suministros disponibles por
conducto de los programas de planificación de la familia.
8.
Involucrar a los
hombres y a los adolescentes varones en la planificación de la familia, para su
propio beneficio y para apoyar el derecho de las mujeres y las niñas a utilizar
anticonceptivos.
En el informe, se
analizan datos y tendencias actuales de la situación mundial que demuestran la
necesidad de adoptar urgentes medidas en aras de satisfacer, en todos los
países, las exigencias de planificación de la familia.
Además, se ratifica
el derecho de cada persona de decidir libremente y con responsabilidad la
cantidad de hijos y el momento adecuado para tenerlos; principio aprobado,
desde el año 1994, por 179 gobiernos en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional
sobre la Población
y el Desarrollo (CIPD).
En dicho Programa,
también se señala que “…deberían tratar de proporcionar acceso universal a una
gama completa de métodos seguros y fiables de planificación de la familia y a
servicios conexos de salud reproductiva que no estén legalmente prohibidos. El
objetivo sería ayudar a las parejas y los individuos a alcanzar sus objetivos
de procreación y brindarles todas las oportunidades de ejercer su derecho a
tener hijos por elección.”[1]
Con una población
mundial que supera los 7 mil millones de personas y, con proyecciones, de
llegar a 9 mil millones para 2050, constituye un imperativo el apoyo financiero y compromiso político de los
gobiernos para brindar a todos los individuos, sin ningún tipo de discriminación,
la posibilidad de ejercer su derecho de planificación en la familia.
Cuba, en este sentido, es ejemplo para
muchos pueblos, pues son innumerables los esfuerzos que se acometen, a pesar de
que aún necesita perfeccionar sus estrategias educativas, de salud y de
planificación en el seno del hogar.
El sistema de salud
cubano y de educación, los medios de difusión masiva, y las autoridades
responsables del tema ofrecen relevante importancia a la planificación
familiar, al uso de métodos anticonceptivos y a la participación de todos los
miembros de la familia en la toma de decisiones. Se trabaja, sobre todo, con las
adolescentes, segmento vulnerable, que según estudios demográficos, reportan altas
tasas de fecundidad con tendencia al aumento sostenido.
Sí a la Opción, No al Azar, constituye un
llamado a la población mundial y a las autoridades que deben velar por el
diseño y ejecución de las medidas necesarias, para contrarrestar el triste
escenario actual, donde aún persisten, según cálculos estimados, más de 222 millones de mujeres sin acceso a
servicios fiables y de alta calidad de planificación de la familia, así como a
la información al respecto y a los suministros, lo cual las coloca en situación
de riesgo de tener embarazos no deseados.
[1] Programa de Acción
de la
Conferencia Internacional sobre la Población y el
Desarrollo, párrafo 7.16.
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