Apoyar a las personas y
familiares que son afectados por el Alzheimer o algún tipo de pérdida de
memoria constituye una hermosa manera de recordar quiénes somos.
Los recuerdos constituyen
parte esencial de nuestras vidas; y cada retazo que yace en el olvido
representa una sonrisa, una lágrima…un momento que jamás volverá.
El deterioro de la memoria,
si bien ha estado asociado al proceso de envejecimiento, puede afectar a
pacientes con 40 y 50 años de edad. Los primeros síntomas deben ser atendidos,
pues el diagnóstico temprano de la enfermedad permite un tratamiento más
efectivo.
En Cuba, hoy padecen más de
100 mil personas de Alzheimer y en la provincia de Matanzas la cifra oscila
entre los 10 mil y 13 mil afectados, de los cuales menos del 10 por ciento son
atendidos por especialistas.
Convivir con pacientes que
padecen de deterioro de la memoria es una experiencia difícil que precisa de
todo el apoyo y solidaridad posible.
El lento incremento del
número de habitantes en Cuba apunta al inobjetable envejecimiento, y llama al
diseño y ejecución de una política de salud que responda a las necesidades
actuales y diferenciadas de su población.
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