La provincia de Matanzas ostenta hoy el mayor rendimiento cañero del país, resultado que se debe, en buena medida, al trabajo de la Estación Provincial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (EPICA) Antonio Mesa Hernández, en Jovellanos.
En un encuentro con la prensa, Ignacio Santana Aguilar, director del Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA), explicó que el desarrollo de las variedades en Cuba está indisolublemente ligado a esta Institución la cual, en conjunto con la de Mayarí, desempeñó en su momento un papel esencial en los estudios para el mejoramiento genético. También destacó los rendimientos de la UEB Jesús Rabí, en Calimete, por encima de la media mundial, resultado que se desea extender a todo el Archipiélago.
Creado en 1947, este centro fue el primero de su tipo en el país. Hasta la fecha ha propuesto más de 90 variedades de alto potencial azucarero, caracterizadas por su adaptabilidad a las diferentes condiciones del suelo y el clima y por su resistencia a las principales plagas y enfermedades. Tal cifra es significativa si se tiene en cuenta que se tarda entre 10 y 12 años para desarrollar cada variedad.
El director de la Estación, Pedro Luis Cortegaza Ávila, señaló que más del 88 por ciento de las variedades que se utilizan en Matanzas han sido obtenidas o estudiadas en la institución, mientras que casi el 40 por ciento de las que se manejan a nivel nacional provienen del centro.
La asistencia y capacitación a los productores cañeros de la provincia y de toda la zona Occidental constituye una de las prioridades de trabajo, así como la preparación de profesionales, administradores de Unidades Básicas de producción Cooperativa (UBPC) y presidentes de Cooperativas de producción Agropecuaria (CPA), entre otros.
La EPICA Matanzas posee el único laboratorio de la Red del INICA para el diseño y desarrollo de investigaciones en el campo biotecnológico. Además, en el centro se producen vitroplantas de caña de azúcar y de otros cultivos, destinadas a bancos de semilla y áreas comerciales (hasta 300 000 por año).
Otro logro lo constituye el empleo de los Sistemas de Información geográfica, de gran importancia en la toma de decisiones.
Una producción cañera sostenible requiere del desarrollo y aplicación constante de la ciencia y la técnica. Por ello, la Estación matancera, poseedora del quinto banco de germoplasma más grande del mundo (3400 genotipos), apuesta por una mayor eficiencia, sin descuidar la preservación del medio ambiente.
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