Luis, Gerardo y Carlos, tres miembros experimentados de la Federación Cubana de Vuelo Libre, adscrita al Club de Aviación de Cuba, dieron alas a una travesía de cerca de 125 kilómetros que tomó como puntos de despegue y aterrizaje los alrededores del hotel Tuxpan en Varadero y el complejo Morro Cabaña en La Habana.
Con viento poco favorable de 220 grados, sur suroeste, pilotos y mecánicos alistaron el equipamiento de 20 kilogramos que incluye agua, alimento, radio, cámara, GPS y paracaída de seguridad, entre otros.
A una velocidad de entre 50 y 60 kilómetros por hora, a las 8 y media ante meridiano del 29 de junio de 2013, Luis, el primer piloto en despegar, anunciaba su entrada a la Atenas de Cuba, mientras el otro equipo biplaza emprendía el emocionante reto.
Durante el mediodía se produjo el aterrizaje de ambos equipos en La Habana, donde lo esperaban, con alegría, aficionados, amigos y la prensa nacional.
A la par de las dos aves motorizadas, recorría el trayecto, por tierra, una camioneta de apoyo.
Se trata de un deporte poco conocido en el país, que se inició hace más de 15 años, considerado una adaptación del parapente. La diferencia entre estas dos modalidades radica en el motor, y si bien el parapente requiere de cierta altura para poder volar, con el paramotor se puede despegar prácticamente desde cualquier lugar llano. En Cuba existen 13 clubes integrados por cerca de cien pilotos.
El habanero Luis García Rodríguez, presidente de la Federación Cubana Vuelo Libre y uno de los pilotos, explicó que tuvieron un año de preparación previa, y que su principal objetivo es dar a conocer este tipo de práctica en el país.
Mientras, el matancero Carlos Antonio Pons Ledesma, otro de los pilotos, comentó que entre los conocimientos que se requieren se incluye la aerodinámica y la meteorología, este último de vital importancia pues es el que define la salida.
El tercer protagonista, el granmense Gerardo Ramos Salgado, o como bien le conocen “el chino”, posee diez años de experiencia en paracaidismo y se le conoce como el iniciador de las acrobacias del parapente en el territorio nacional, modalidad que practica hace nueve años.
A nivel mundial el récord en paramotor lo tiene Ramón Morilla, con 1004 km, un vuelo de 14 horas entre Sevilla y las Islas Canarias, realizado en el 2008.
Una nueva primicia para Matanzas que concluyó con éxito, y que pronto dará de qué hablar. El aeroclub de Varadero se espera convertir en sede del Club de parapente de la provincia, una oportunidad para acercar la práctica de esta modalidad de vuelo a toda la población.
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