Ya sea por su escasa visibilidad o desacertado tratamiento en los medios de comunicación masivos, la temática violencia de género demanda hoy de nuevos enfoques y miradas, según debatieron profesionales y directivos de la radio, la televisión y la prensa escrita y digital de todo el país.
Durante el seminario Violencia de Género y Medios de Comunicación, los participantes coincidieron en la necesidad de incrementar los espacios que hoy abordan el fenómeno, así como las acciones y mensajes de los medios para contribuir a su prevención y enfrentamiento.
Desde el silencio todos nos convertimos en cómplices, por ello entender la violencia de género como un problema social resulta imprescindible para que su denuncia sea parte de la agenda mediática y no un momento exclusivo de la jornada por la No Violencia.
Tales ideas fueron reflejadas durante el intercambio que tuvo lugar entre los días 21 y 24 de octubre de 2013 en el Instituto Internacional de Periodismo, en La Habana, con invitados de países como España y Venezuela, quienes compartieron sus experiencias.
Temas como la violencia simbólica hacia las mujeres y las manifestaciones de violencia de género en el contexto cubano fueron parte del seminario presidido por la Dra. Isabel Moya Richard, directora general de la Editorial de la Mujer.
Gracias a la colaboración de la fundación Mundubat, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo (AECID), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), eventos como este se realizan con periodicidad con el objetivo de capacitar y sensibilizar a comunicadores y periodistas de todo el país.
Desde los medios…
Estereotipos peyorativos basados en una cultura machista, patriarcal y hegemónica se encargan de desvirtuar, en pantalla, la imagen de la mujer. Este hecho contribuye a acentuar, desde el arte y los medios, las discriminaciones y relaciones desiguales de poder para perpetuar los mitos que sustentan la violencia de género.
Lo curioso es que las propias mujeres le siguen el juego a tan sutil ofensa, y tararean, bailan y disfrutan con canciones que representan burdas letras de violencia contra ellas y sus cuerpos.
Los medios de comunicación se vuelven, entonces, parte del problema al generar violencia simbólica mediante discursos sexistas que empañan la imagen de la mujer.
A veces inconsciente, otras no tanto, los discursos y mensajes caen en la trampa de género, la misma que requiere acentuar relaciones jerárquicas entre hombres y mujeres para reproducir un esquema de poder basado en la injusticia y la discriminación.
Muchos son los ejemplos que empañan el compromiso social de los medios de comunicación al exhibir productos que nada aportan al pueblo, más bien atentan contra la cultura y el buen gusto estético.
El mensaje a transmitir debe ser el de la paz, la convivencia en armonía y bajo la igualdad de género, sin embargo, aún resta mucho camino por andar.
En la medida que los medios asuman una postura más crítica y exigente en la creación y selección de sus productos comunicativos estarán respondiendo a una necesidad que resulta hoy insoslayable: la prevención y denuncia de este tipo particular de violencia.
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